
Dueña de un nombre con personalidad, originario del pueblo Mapuche, que significa “Flor de Oro”, nuestra Experta en Seguridad y Salud en el trabajo de la planta Coquimbo, llegó a la empresa en agosto del 2021.
Esta joven prevencionista, es madre de dos niñitas; Matilda de 12 y Renata de 8 años de edad, que son la alegría de su vida. Nos contó que ha sido difícil compatibilizar su rol de mamá, los quehaceres de la casa y sus responsabilidades y labores en el trabajo; pero que entre otras cosas lo ha logrado, ya que cuenta con Germán, su compañero por más de 14 años.
Por eso y porque está convencida que las cosas hay que verlas de manera positiva y optimista, junto con trabajar en las metas de forma diaria y constante, es que destina tiempo sagradamente a otra de sus grandes pasiones, el baile.
“Voy dos veces por semana a terapia de biodanza y a clases de salsa, ahí boto todo el stress y salgo renovada”, señaló. Amante de la cocina casera sobre todo de los porotos que cocinaba su querido y recordado abuelo “Jorge”, se considera desde pequeña una fanática del Jurel San José: “recuerdo esos veranos achoclonados en familia en Tongoy y llegar de la playa con todos mis primos y comer pan con jurel y cebolla”.
Respecto a su trabajo nos cuenta que, en el área en la que se desempeña el autocuidado es clave y si bien la seguridad y la salud en el trabajo es tarea de todos, “llevamos dos años trabajando en una cultura de concientizar y de trabajar de manera preventiva, hay que entender que parte de mi trabajo es cuidarme y no hacerlo porque el prevencionista me está mirando”, concluyó.